Que decir de este proyecto tan cambiante que nos presenta Moles, pues decir que hemos visto a su madre (boceto), a su padre (maqueta) y que probablemente el niño no se parezca a ninguno de los dos, algo así como el mito de: los padres feos = a niño guapo. Nuestro temor es que se dé a la inversa, que sea un boceto y una maqueta exquisita y un monumento a medias. Mientras tanto por el bien de nuestra visión estamos organizándonos para ir al taller de Molés a extirparle los botes de pintura morados que tanto le fascinan. Destacar también el traje del director de orquesta, visualizarlo… (Ale, ahí tenéis el chiste). No entendemos el dudoso gusto para pintarlo así, eso no se lo pone ni José Corbacho para presentar los Goya. Esperemos que tenga algún tipo de sentido que de momento desconozcamos.
Equipo Socarrats.
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